Pintura y melodía.
Después de mi exposición La mujer de humo en 2011 en París dejé de pintar.
Me escudé en el hecho de haber expuesto mis trabajos en una ciudad muy especial. Sentí que había tocado techo.
Desmonté mi caballete, el que compré al retomar la pintura durante mi estancia en Mallorca. También me deshice de otro caballete mucho más grande. Destruí muchas obras que consideraba fallidas y me alejé de todo lo que tuviera que ver con exposiciones de pintura.
Tuve con anterioridad otro período de nula creación de casi diez años cuando vine para España.
En 2013 participé en un taller de grabado del Instituto Alicantino de Cultura Juan Gil-Albert. No exponer, no implicaba para mí abandonar mi interés por adquirir conocimientos.
Una condicionante para participar en el taller era la donación de una obra que formaría parte de una exposición colectiva.
Me produjo cierta ilusión ver mi grabado expuesto, pero todo quedó ahí.
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Título de la obra: Rumor. |
Ilustración de mi primer relato publicado
En 2019 durante el confinamiento por el Covid'19 volví a pintar.
Realicé una pintura que titulé Mujer que dejó de aplaudir a las 8 de la tarde
En 2019 presenté una proyecto de exposición en el Centro Municipal de las Artes del Ayuntamiento de Alicante.
La idea era utilizar la música como nexo entre las obras.
Trabajé intensamente. Era una exposición personal en una sala de dimensiones considerables.
En octubre se presentó la exposición El color de la melodía.
La exposición estuvo compuesta por 32 obras en las que ofrecía mi interpretación plástica sobre temas musicales.
En mi blog Art Pafermi publiqué entradas con información sobre cada obra.
Ahora continúo en otro proceso creativo.
Finalicé un relato para la nueva edición de la antología Palabras de Seda Fina.
El relato se titula El sacrificio. También realicé la ilustración que acompañará al relato.
Todo tiene su tiempo...
Al parecer, se cierra otro ciclo y me pregunto: ¿Qué me deparará el destino?
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