Mujer que dejó de aplaudir a las ocho de la tarde.


Pintura de Patricia Fernández Miranda.
Acrílico sobre lienzo 37x55 cm.

 Mujer que dejó de  aplaudir a las ocho de la tarde.

Esta es la historia de Mujer que dejó de aplaudir a las ocho de la tarde.

Todo comenzó con las noticias de una enfermedad letal y de origen desconocido. 

China quedaba muy lejos, las extrañas muertes no alarmaron en principio a casi nadie. 

La tranquilidad terminó en marzo 2020 cuando el primer caso de covid se detectó en el norte de España. 

Despues llegó el pánico y un período de confinamiento absoluto. 

Al comienzo de aquel encierro desde las redes sociales se originó una convocatoria para salir a los balcones, a las ventanas de los edificios y aplaudir al personal sanitario que trabajaba incansable en medio del caos. 

Ese aplauso se hizo extensivo después a bomberos, militares y policías. 

Tras algunos meses el cansancio lastró aquella iniciativa y comenzó la ausencia de algunos participantes en el ritual.

La pintura Mujer que dejó de aplaudir a las ocho de la tarde la comencé en aquel momento. 

El covid, la soledad y una pintura de Patricia Fernández Miranda.
Mujer que dejó de aplaudir a las ocho de la tarde.

También yo dejé de salir a aplaudir.

El tiempo de confinamiento se mantuvo un poco más. 

Ahora La mujer que dejó de aplaudir a las ocho de la tarde me mira desde una pared de mi habitación. 

Me recuerda que somos vulnerables y volubles.

¿Te gustaría tenerla contigo? 

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